El mundo de Origen
¿Qué hay después de la muerte? Para los fieles, esta respuesta podría ser el mundo del Origen. Un lugar yermo bajo un cielo onírico de islas flotantes donde nadie nace si no en el que sus habitantes aparecen de repente provenientes de otras realidades.
Al no conocer como volver a sus realidades, ni como viajar entre islas, estos moradores buscan como adaptarse a su nueva vida recreando burdamente las sociedades que habían conocido en la isla en la que se encuentran (apodada “El Mundo”) mientras intentan encontrar respuesta a la naturaleza de ese misterioso lugar así como la razon de su llegada.
Recién llegados
Cuando un nuevo morador llegar al mundo lo hace en una columna de luz en forma de fogonazo. Este visible fenómeno hace que aquellos caritativos ayuden a los recien llegados explicandoles acerca del nuevo mundo y de los cambios que han sufrido tras su llegada. Los moradores dejan de envejecer y pasan a ser estériles. Además, todos los moradores se entienden como si hablasen el mismo idioma (sin importar si son de aspecto humanoide o no) pero, por contra, no es posible leer ni escribir texto. Sólo los dibujos más figurativos parecen seguir siendo comprensibles.
Tiempo y muerte
A periodos más o menos regulares resuena un peculiar sonido llamado latido. Pese a su misterioso origen, se han convertido en el modo más fiable de medir el tiempo.
Aunque nadie envejece, es posible sufrir heridas y morir. Al morir, los moradores se convierten en el polvo del que esta hecho el yermo y su conciencia pasa a un plano llamado el transflejo, un lugar pesadillesco plagado de amenazadoras criaturas conocidas como Sombras, donde irán degradándose poco a poco hasta olvidar quienes eran. Algo conocido gracias a los pocos que han conseguido regresar. A los que no lo consiguen se dice que han caído en el olvido.
Ecos
Gran parte de la isla Mundo es un gran yermo desprovisto de vida siendo la excepción las ocasionales Sombras que amenazan el tránsito y los llamados ecos, trozos de realidades que aparecen de repente. Su interior (ríos, edificios, plantas…) se corta como por arte de magia en los límites del eco. Los ecos permiten la vida civilizada en la isla y sus recursos mueven la economía entre asentamientos.
Pese a ello, igual que un eco aparece de repente, llega un punto en el que empieza a degradarse y volverse quebradizo. Es lo que se conoce como la extinción de un eco. El proceso de degradación de un eco puede ser instantáneo o alargarse durante muchos latidos. Sin embargo, cuando un eco empieza a extinguirse, su fin es inevitable.
Vida en la isla
Aunque existen asentamientos muy pequeños, la mayor parte de moradores de la isla (alrededor de un millon) viven en la ciudad de Rende. Una inmensa ciudad formada por un gran numero de ecos, conectados a través del yermo por incontables casas y chozas.
El paso por el yermo es lento y peligroso así que los trayectos a otras ciudades suelen hacerse en caravanas grupales. Por suerte, en algunas ciudades existen grandes cristales llamados semillas a través de los que algunos moradores (los Guardianes de los Secretos de la Orden de los Grises) pueden abrir portales para viajar entre ellos. Es gracias a las semillas que muchos asentamientos tienen un nivel de vida aceptable.
La Orden de los Grises
En la isla Mundo hay la llamada Orden de los Grises, una organización apolítica y muy jerárquica que tiene el favor y la simpatía de gran parte de los moradores de la isla pues son fundamentales para la logística de la isla. Las funciones más importantes de los grises:
- Ofrecen la bienvenida a los recién llegados a quienes ayudan durante sus primeros latidos.
- Controlan el tránsito por la semillas, tanto de moradores y bienes como de información (comunicaciones). Solo los Guardianes de los secretos de la Orden tienen la capacidad de manipular las semillas para abrir portales a través de ellas.
- Organizan caravanas para dar soporte a asentamientos remotos y sin semilla.
Otras facciones de la isla
Muchas de las tareas más físicas (construcción, defensa, protección) suelen delegarse a grupos popularmente conocidos como mercenarios. Pese a su nombre, estos grupos no suelen ser beligerantes y cobran sus servicios con manutención y bienes.
Por otro lado, los ecos proporcionan muchos elementos de la realidades y existe un grupo llamado Ravnotezza que se ha especializado en conocer sus usos, funciones e historia. Suelen ser gente interesada en el estudio de las realidades previas de los moradores y las respuestas a los misterios del origen.
También ha emergido recientemente la Confederación, una facción surgida en una de las mayores poblaciones despues de Rende que anhela un avance
Finalmente, hay un peculiar asentamiento llamado la Cofradía. Este se rige por una estricta meritocracia dividida en estamentos y liderada por los cofrades. Su fama y ostentosidad ha provocado que muchos moradores vayan allí con la esperanza de hacer fortuna.
Tiempos recientes
Recientemente un hecho terrible ha ocurrido. El suelo tembló, muchas de las islas del cielo se consumieron, cientos de moradores desaparecieron, muchos ecos se extinguieron y muchos otros aparecieron de repente. Fue como si el Origen se despertase de un largo sueño.
Desde entonces el caos ha sacudido la isla. Los Grises han movilizado toda su capacidad logística en la isla para auxiliar a los afectados tanto como les fuera posible movilizando a través de las semillas moradores, miembros de la Orden y recursos abasteciendo asentamientos con ecos desaparecidos aunque no han tardado en verse desbordados.
Y si esto no fuera suficiente el cataclismo ha puesto fin a una era de estabilidad en la que los cambios sucedidos han impulsado incontables moradores a dar un paso adelante a la hora de tomar el control de sus destinos y encontrar respuestas.
