En Octovern un gran numero de supersticiones y creencias para protegerse de la entidad que habita las profundidades se han extendido especialmente entre la mayoria de los mineros de la ciudad. Aunque muchos extranjeros lo consideran supercherías, todo aquel que se ha adentrado en las minas se rinden a la evidencia de que tanto los rituales como los amuletos parecen funcionar.