Octovern no tuvo un gobierno establecido hasta la segunda ocupación. Como otros tantos ecos, sus inicios fueron caóticos y con habituales conflictos entre los líderes de las bandas de colonos. Fue poco después de la llegada de la orden de los Grises y la construcción del templo alrededor de la Semilla cuando el primer gobernante fue votado de entre sus líderes y reconocido por los colonos que llevaban más tiempo establecidos.
Más tarde, la llegada de la tercera ola de ocupación desde el cercano eco de Tazenda causó notables roces políticos. Esto llevó a la creación de una facción opositora al gobierno que representase los intereses de los nuevos pueblerinos. Desde entonces el gobierno ha seguido siendo bipartidista y democrático, votando cada 10.000 latidos, con una pacífica alternancia entre una y otra facción.
Dicha dinámica solo se ha visto interrumpida en dos ocasiones. La primera hace unos 220.000 latidos cuando el gobierno aceptó un trato para trasladar parte de la central de energía a la ciudad de Rende, cesando su funcionamiento.
La segunda vez que hubo interrupción democrática fue durante el asalto de la Inquisición de Torquemada, momento en el que tanto el líder del gobierno como el de la oposición, unieron sus fuerzas designando a un comandante militar que dirigió, junto al ejercito de Boudica y Starbuck desde la retaguardia de Torquemada, a los Octovernos para la defensa de la ciudad. Dicho comandante fue laureado por sus logros por los Octovernos y actualmente vive en Albedrío como un miembro de la comunidad de los Hijos del Dios Muerto, hecho que ha impulsado las buenas relaciones entre ambas poblaciones.
Pese al gran peso que tienen los dos partidos políticos, existen otras facciones con una notable influencia en las decisiones concernientes al eco. El más destacado de ellos es un representante de la Cofradía que ha realizado fuerte inversión en Octovern desde sus inicios. Actualmente, el Cofrade tiene la concesión de la fábrica conocida como el Termitero, que se ha convertido de facto en un territorio que opera con independencia de la legislación de Octovern.
Finalmente, cabe destacar el Culto de las minas, que en los últimos 100.000 latidos ha ido ganando influencia gracias a la enorme cantidad de mineros que han respaldado a su líder. Su más reciente aportación ha sido conseguir la conservación de los cuerpos incorruptos de los fallecidos durante el Cataclismo que, misteriosamente, no desaparecieron como ocurre con la gente que muere y cae en el Transflejo.