El documento de ciudadania #
Recientemente se ha recuperado la antigua política de los documentos de ciudadanía que se remonta a la ocupación de Tazenda. Estos documentos de ciudadanía identifican a los “ciudadanos de la Confederación” y les permite moverse libremente por la ciudad. Los documentos tienen algunas variantes según el estatus del morador y son tanto herramienta de identificación como símbolo de status.
Ceremonia de la entrada a la jungla #
El eco de la Jungla de Tazenda está habitado por los misteriosos «Fantasmas de la Jungla», y adentrarse en sus tierras requiere permiso. Los pocos privilegiados que tienen autorización realizan un ritual simbólico antes de acceder a la jungla. Se purifican en las aguas del río y se pintan determinadas marcas en el rostro antes de adentrarse en la selva.
El latido de la purga #
Aunque para muchos moradores Torquemada es un mal recuerdo, aún se celebra recurrentemente la caída del Heraldo que ejerció de tirano. Gran parte de la población aparta sus diferencias y hace una procesión hasta el castillo, donde se prende una gran hoguera en la que algunos moradores lanzan efigies u objetos como una forma de purgar simbólicamente los males del pasado y reafirmar el control de los clanes.
El cierre #
Los moradores de Tazenda, por su historia de conflictos han acabado desarrollando un ritual apodado “El cierre” en el que al entrar en edificios en los que esperan sentirse seguros verifican varias veces puertas y ventanas asegurando que estén cerradas. Incluso en esta época de estabilidad, es habitual que tras entrar en una casa, el anfitrión se tome un tiempo ante sus invitados para revisar los accesos. Se considera una muestra de gran confianza cuando el anfitrión pide ayuda al invitado para el cierre.
De la misma manera si un invitado ofrece dicha ayuda puede saber la confianza de su anfitrión dependiendo de si este la acepta o no.
Las piedras del camino #
Muchos moradores de Tazenda, especialmente los comerciantes o aquellos que trabajan en las caravanas, podrían tener la costumbre de recoger una pequeña piedra de cada lugar que visitan y llevarla de vuelta a su hogar. Popularmente dichas piedras se consideran como pequeños talismanes y se dice que cuantos más lugares has «recogido» en forma de piedras, más protegido estarás en tus viajes. Se considera mala suerte tirar o perder estas piedras por la pérdida de protección o un mal augurio si se rompen. Aunque si desaparecen por la desaparición del eco del que provienen, se considera un buen presagio para realizar un viaje.